le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

lunes, 11 de febrero de 2013

Mediocridad, Excelencia, Afectación, Dignidad, Autenticidad.





Podríamos pensar en un análisis inicial que La mediocridad como concepto es despreciable ya de por sí, no necesita soporte, no necesita de singularidad del personaje que le dé cualidad. Es común también el pensamiento de que aspirar a la excelencia es un fin  muy loable , sin embargo, lo más importante no es dejar de ser mediocre para aspirar a ser excelente..., lo esencial es ser auténtico en su mediocridad.
Efectivamente, lo auténtico puede ser muy mediocre, pero en última instancia, y más importante:  es digno, la autenticidad de un mediocre dotaría de dignidad al individuo, ya que es coherente con su condición.
La dignidad es una cualidad más elevada que la excelencia en la escala de valores de ser humano, es positivo que aspiremos a la excelencia siempre y cuando lo hagamos a través de la autenticidad. El ser excelente no puede ser un fin en sí mismo, porque eso sí que sería una mediocridad, entendida  ésta en su versión negativa, de modo tal que la mediocridad tendría una connotación positiva o negativa en función de su grado de autenticidad.
El mediocre auténtico, puede ser zafio, pero será auténtico, y carecerá por consiguiente de afectación. Al menos es digno, que es algo a lo que todo ser humano puede aspirar, porque todos podemos, por lo que la dignidad debería de ser un deber para con uno mismo.
La mediocridad  más pavorosa es la que proviene del excelente afectado.
La excelencia ha de ser una consecuencia natural, no un fin.