le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

jueves, 29 de octubre de 2015

Grandes amores.




Sucede que no recuerdas su rostro. Intentas rememorar su voz, sus gestos, sus facciones en movimiento. Nada puedes evocar. Cada encuentro se convierte en un evento anhelado y renovado; mantengo la ilusión de saciar mis sentidos en cada cita a sabiendas de que en la siguiente,  su cara y sus gestos vendrán a mí como algo nuevo por descubrir, pues ella y su expresión, su gestualidad y coqueta dulzura,  agotan mi percepción en cada cita provocando el colapso de mis sentidos, que nada pueden recordar expuestos a una tormenta de sofisticada belleza natural.






viernes, 23 de octubre de 2015

Cris bcn




Pensaba en cómo debía estar sentado a su llegada; sentía la impaciencia nerviosa que te hace variar la postura buscando una comodidad ficticia.

Mi tensión iba en aumento hasta que decidí relajarme;  de nada servía desear contemplar su llegada, pues era previsible que se bajara del taxi a mi espalda, sorprendiéndome en cualquier momento con una mano posada sobre mi hombro, o algo así de inesperado. Sospechaba que mi  acostumbrado deleite por observar  los breves instantes en que una mujer se acerca hacía uno sonriente, no tenía visos de cumplirse. A menudo,  los últimos metros hacia el saludo mientras una mujer te mira a los ojos, -si tiene suave descaro para ello-, pueden definir, en parte, el cariz de un encuentro.

Ver una mujer de un plumazo mientras se acerca  caminando es cuestión de tres o cuatro segundos, no más; pero en ese lapso te asalta una  sensación visual de conjunto que te deja el buen sabor de boca, o una incómoda insatisfacción;  me recuerda a la sensación definitiva que uno tiene al degustar la primera copa de ron con coca-cola tras un par de semanas sin probarlo; sabes que el primer sorbo vas a saborearlo intensamente como un manjar nuevo, pero si el ron no esta bueno, te amarga el inicio y buena parte de la noche.

Ella no terminaba de aparecer ni por detrás, ni por ninguno de los laterales de la acera. Unos minutos después, dirigí la mirada hacia un lateral de la acera, encontrando una sinuosa silueta de mujer que desapareció fugazmente,  pues el tronco de un árbol cercano me impidió identificarla. Me inquieté; traté de asomarme a un lado o a otro del árbol; conseguí finalmente  que apareciera ella ante mi vista como una imagen clara y nítida. Caminaba erguida, con cierta parsimonia y distinción  mientras dirigía su mirada hacia el interior del bar, en mi busca. Aunque su cabeza estaba girada, su cuerpo aún conservaba la posición  que su caminar por la acera le era natural.

Nos saludamos, seguramente me levanté, creo que sí lo hice, aunque en esos momentos estoy más pendiente de qué me transmite su presencia, más que del rutinario saludo. Ya estábamos sentados y dispuestos a comer. Ella tiene una capacidad especial cuando te habla y está de frente  mirándote: "llena tu espacio visual".

Si estuviera escribiendo un guión de cine, ahora tocaría hacer una elipsis,  pues dentro de unos minutos, mientras escribo estas líneas, ella cumplirá 26 años,  -unos días después de este encuentro que retengo en mi memoria, y me es grato relatar -. Finalmente se sentó y pude empezar a disfrutar de su estampa. Me generan un deleite inusitado las mujeres con espaldas bien formadas y hombros bonitos, altos, bien situados a la altura de las clavículas, de manera que le otorga un porte distinguido y femenino. Así es ella , la línea que discurre desde uno de sus hombros hasta llegar al gemelo, es recta, y por ende, forman un ángulo recto con el cuello. Nada más atractivo que una mujer con hombros bien formados y anchos - sin llegar a ser masculinos- , les son especialmente agradecidos todos los vestidos que los dejan al descubierto, como los palabras de honor, o vestidos que rodean el cuello, dejando ambos hombros y los brazos al descubierto. Es muy difícil encontrar una fémina de  espalda generosa, recta, de hombros rotundos en su redondez,  y que esa misma forma curva tenga la suficiente contención para no llegara a ser vulgar, Cris bcn no se conforma con sus hombros, sus brazos continúan coherentes con esta filosofía de la curva en el límite entre lo voluptuoso y lo elegante, siempre ahí,  jugando a esas dos bazas simultáneamente.

Se pueden imaginar después de esta descripción, que mi ensimismamiento durante nuestra conversación me impedía prestarle la atención requerida a sus palabras y explicaciones,  pues yo me entretenía entre sus hombros y sus brazos, con aquella postura recta de perfecta geometría ortogonal y de dama bien educada en la mesa.  Al poco de empezar con el primer plato, se tomó  interés en explicarme  cierta cuestión, y fuesen ese instante, cuando al empezar la argumentación hizo un gesto de reafirmación, - de autoridad para acompañar su discurso, como para imprimirle más persuasión -  ; se agarró la enorme melena natural de cabello castaño,  que hasta el momento tenía reservada como estoque final detrás de su espalda, y finalmente la descubrió a mi vista mientras la acariciaba con ambas manos en un elegante movimiento de gran sensualidad. Posó su larga melena ondulada, de insultante vitalidad sobre uno de sus hombros, retorciéndola con suavidad, formando un precioso helicoide con sus hebras, quedando así como si luciera una coleta que adornaba su hombro, - pero más sensual- puesto que aquel equilibrio tendía a romperse en favor de la expansión de su fuerte y saludable pelo, que tendía a desparramarse en mechones de gran placer visual sobre su hombro izquierdo.

Por muchas se cuentan las ocasiones en que ella, ignorante de mi intenso placer visual, de mi aventura vital sigilosa,  me replica con cierto retintín sobre mi falta de memoria cuando me recuerda eventos y pensamientos que me ha contado en otras ocasiones. Es normal, y yo la comprendo, pero,
¿qué tanto responsable o culpable soy,  si veo la vida en imágenes,  y siento el placer de la pasión de un gesto como si fueran lapsos de tiempo que intensifican mi vida hasta casi hacer parar el tiempo?.