le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

jueves, 23 de enero de 2014

Reflexiones de Andréi Tarkovsky. Esculpir en el tiempo.




LA IMAGEN CINEMATOGRÁFICA:


El cineasta Andrei Tarkovsky.




El plano en el origen de la imagen fílmica.


Única e inconfundible es la vida que el artista trata de recoger y configurar ,en la esperanza frustrada una y otra vez de dar con la verdad de la vida humana. La belleza reside en la verdad de la vida, cuando ésta es recogida de nuevo por el artista y configurada con sinceridad plena. Vivimos en un mundo misterioso y por ende la imagen que definamos ha de ser misteriosa también, la imagen que creamos es el resultado entre la relación reciproca de la verdad y nuestra conciencia…, aunque no podamos percibir el universo en su totalidad, en cada imagen se expresa esa totalidad.


Nota sobre Leonardo:
El artista tenía una teoría sobre el arte y el sexo. (Por supuesto que sí, era Leonardo – tenía una teoría acerca de todo.) En sus cuadernos, sostiene que “la pintura es el más grande de todas las artes, ya que puede establecer una imagen de su amante antes.” Que vamos a decir entonces de la imagen fílmica, que efectivamente es capaz de fijar y condensar un trozo de vida.


Si el espectador no conoce los motivos que llevan al director a utilizar un procedimiento u otro, está dispuesto a creer en la realidad de lo que se le muestra en la pantalla, de esa vida que el artista "observa" , cuando reproduce sus observaciones en pantalla. Pero si el espectador ve las intenciones del director y comprende con precisión porque se lanza a una acción expresiva necesaria, de inmediato deja de revivir emocionalmente el acontecimiento que se muestra en pantalla. A cambio comienza a juzgar sobre la idea y su realización. La idea, la intención, es demasiado patente. El estado de una persona, expresado por un actor, tiene qie conservar siempre algo misterioso.


La imagen existe para expresar la vida y no los conceptos o ideas de la vida. La imagen no simboliza o significa la vida, sino que le da cuerpo expresando su carácter único.

Cuando un artista empieza a trabajar, tiene que estar convencido de que por primera vez está dando forma a un fenómeno determinado. Por primera vez,,, y sólo en el modo en que lo siente y comprende.






Concepto de lo típico: La paradoja entre lo típico y la singularidad de la imagen.  



Lo típico es lo universal, se da la paradoja de que la imagen es la expresión más completa de lo típico. Y que a la vez es tanto más individual y única cuanto mejor expresa lo típico. La imagen es incluso más rica que la propia vida en cierto sentido, porque expresa una idea de la verdad absoluta.


 Nota:

La imagen no deja de ser una simplificación de la verdad absoluta, pero en esa simplificación hay una riqueza en tanto que es elocuente si esa imagen ha llegado a la representación de la sencillez por el camino más corto y eso le da una riqueza a los ojos del hombre. Cuanto mejor expresa lo típico una imagen, mayor es la elocuencia en la síntesis.
Por tanto, la paradoja se encuentre en la contradicción de que una imagen puede representar lo típico y al mismo tiempo, tener la capacidad de condensar una idea concreta, y esta idea, cuanto más concreta es, tiene al mismo tiempo la capacidad de presentarse ante nosotros como una idea de la verdad absoluta.




El tender hacia la sencillez supone un tender a la profundidad de la vida reproducida. Pero encontrar el camino más breve entre lo que se quiere decir y expresar y lo realmente reproducido en la imagen finita es una de las tareas más costosas en un proceso de creación.
La tendencia a la sencillez es una atormentada búsqueda de la forma de expresión adecuada para esa verdad que ha conocido el artista. El arte es realista cuando intenta expresar una idea moral. El realismo es inclinarse hacia la verdad, y la verdad siempre es bella.



Pequeña reflexión en torno a la actividad del artista:

El carácter realmente trascendente del arte tiene que ver con su cualidad sintética sobre lo universal. La vida, que es esa  verdad absoluta que nos es mostrada ante nuestros ojos,  pasa por el filtro de cada ser humano , resultando de esa interacción entre lo universal y el hombre una obra que extrae algo de esa universalidad que le gobierna y no pertenece al artista. Qué actividad puede haber más elevada que aquella que muestra






Sobre el tiempo, el ritmo y el montaje.



La imagen fílmica está completamente dominada por el ritmo, que reproduce el flujo del tiempo en una toma. El hecho de que en la imagen también se observe el flujo del tiempo en los personajes sólo es un factor concomitante, pero no esencial, de hecho, la película sin personajes no se vería minada en su esencia cinematográfica.


Todo arte trabaja necesariamente con el montaje, es decir, con una nueva composición de partes y elementos. Pero la imagen fílmica esta en los planos y existe dentro de cada uno de ellos. Andrey tiene en cuenta en los trabajos e rodaje el flujo de tiempo dentro del plano e intenta reconstruirlo y fijarlo con precisión. El montaje , por el contrario, coordina los planos ya fijados  en cuanto al tiempo, estructura el organismo vivo de la película, en cuyas venas bulle con presión rítmicamente variable el tiempo, que garantice su vida.


El montar bien una película significa no perturbar la relación orgánica de las escenas y de los planos entre sí, escenas y planos que, por decirlo de algún modo , ya han sido premontados, puesto que en su interior ya existe una ley según la cual corresponden unas con otras , una ley que hay que adivinar al cortar y unir cada una de las partes.


Lo que sí es verdad que muestra el montaje es que : por las características que el material ha adoptado ya durante el rodaje se organiza en el montaje la construcción de la película por sí misma, por el carácter de los cortes va emergiendo la sustancia del material filmado, pero es esa esencia en el fluir del tiempo en los planos la que condiciona de forma natural ese montaje pertinente, que saca de forma natural la sustancia constitutiva del film.


La unión de las secuencias depende del “estado interior” del material fílmico. El ritmo de una película surge más bien en analogía con el tiempo que transcurre dentro del plano, el ritmo cinematográfico está determinado no por la duración de los planos montados, sino por la tensión del tiempo que transcurre entre ellos.


Si el montaje de los cortes no consigue fijar el ritmo, entonces el montaje no es más que un medio estilístico. Es más, en la película el tiempo transcurre no gracias , sino a pesar del montaje de los cortes. Éste es el transcurso del tiempo ya fijado en el plano. El tiempo fijado en un plano es lo que dicta al director el principio de montaje que corresponde en cada caso.


La consistencia temporal que recorre un plano, la tensión del tiempo que crece o se va evaporando, eso lo podemos llamar la presión del tiempo dentro de un plano. El montaje sería una forma de unificación de partes de la película teniendo en cuenta la presión del tiempo que se da en ellas.
La sensibilidad hacia la unión de planos diferentes puede despertar con la unidad de presión, que determina el ritmo de la película.


¿Pero cómo se puede sentir el tiempo de un plano?, la sensibilidad surge si tras el acontecimiento visible se hace patente una verdad determinada e importante.
Del mismo modo que la vida, que fluye y se transforma continuamente y ofrece a cada persona la posibilidad de sentir y llenar cada momento de un modo propio, una película verdadera, con un tiempo fijado con precisión en el celuloide, pero que fluye por encima de los límites del plano, vive en el tiempo sólo cuando el tiempo vive en ella. La especificidad del  cine radica en las peculiaridades de ese proceso recíproco.


Si rechazo los principios de un cine de montaje es porque no permite que la película se extienda más allá de los límites de la pantalla. Porque no deja al espectador que someta lo que ve en la pantalla a su propia experiencia. El tipo de cine que yo hago plantea enigmas al espectador, le hace descifrar símbolos y entusiasmarse por alegorías, apelando a su experiencia intelectual. No es el ritmo una sucesión métrica. Yo estoy convencido de que el ritmo es el elemento decisivo en el cine, - el  que otorga la forma - , en el cine. No lo es el montaje, como por otra parte se suele creer.


Comentar que Eisenstein en la escena de la batalla de banaliza la batalla con una sucesión de planos de poca duración que se montan unos a otros rápidamente , esto se hace para dar dinamismo pero en realidad cada plano aisladamente no expresa nada, es anémico, estático, no fija el tiempo en cada plano.


El ritmo, en el cine, se transmite a través de la vida del objeto visible, fijada en el plano.



Nota: 

Esta última frase me hace recordar esas tomas de Bresson en las que se centra en la actividad fundamental del objeto, así pues, cuando un caballo trota. Bresson centra  la imagen del plano en las patas del caballo, lo cual representan la esencia del movimiento del caballo, y de alguna forma está mostrando lo esencial de la vida del objeto visible al que alude Tarkovsky. Esta es la diferencia entre un plano vacio de contenido y otro que otorga vida al elemento que lo contiene, transmitiendo un mensaje.

Casualmente, la siguiente frase de tarkovsky es:


….Fijada en el plano. Así, en el movimiento de los juncos se puede reconocer el carácter de la corriente del rio, la presión del agua. Del mismo modo el proceso vital que la toma reproduce en su movimiento informa del movimiento del tiempo.


He aquí la coincidencia entre Bresson y Tarkovsky, este último admiraba a bresson.



El director demuestra su individualidad sobre todo por su sensibilidad de cara al tiempo, por medio del ritmo. En el cine el ritmo no surge especulativamente sino orgánicamente, en correspondencia al sentimiento de la vida que tiene el director, en correspondencia a  “su búsqueda del tiempo”


Yo tengo la impresión de que en una toma, el tiempo debe transcurrir de forma independiente y con su propia dignidad, únicamente entonces las ideas encuentran un sitio en él. La sensibilidad del ritmo es lo mismo que la sensibilidad para encontrar la palabra exacta en la literatura.





"Breve encuentro", 1954, David Lean.




Algunas frases Lapidarias de  esta gran película:




"Mentir es terrible, y peor cuando sabes que te creen a ojos cerrados, es tan fácil… y tan degradante..."


"No hay nada que dure siempre, ni la felicidad ni la tristeza, ni siquiera la vida dura mucho tiempo."



"¿No es terrible cuando la gente se empeña en ser amable?"




Esta es la escena en la que ambos se sinceran reconociendo el flechazo que han sufrido, mezclado con el sentimiento de culpabilidad por ser ambos personas casadas; es muy bonito cómo empieza la confesión Trevor Howard: ¿Sabes lo que ha pasado verdad?, para terminar el diálogo con otra gran frase: Ya no estamos a tiempo de nada.

Es un momento muy íntimo en la pareja, una confesión entre desconocidos que parecen conocerse de toda la vida, el diálogo es sencillo pero muy preciso, y describe perfectamente la tensión dramática de la situación que están ambos viviendo. Especial mención al doblaje...; cómo puntualizan cada matiz, Trevor Howard empieza con esa afirmación entre convencido y apesadumbrado..., para ella responder un sencillo "Sí, si lo sé" que es puntualizado de manera soberbia, expresando en el primer Sí todo el peso y trascendencia de lo que es implícito a la pregunta retórica de Trevor Howard.    Aquí  os dejo el diálogo escrito: 




Trevor Howard:     ¿Sabes lo que ha pasado verdad?.

Celia Johnson:       Sí, si lo sé.

Trevor Howard:      Me he enamorado de tí.

Celia Johnson:       Sí, lo sé.

Trevor Howard.      Dime   , con franqueza, dime si lo que pienso es verdad

Celia Johnson:      ¿ Y  qué es lo que piensas?

Trevor Howard:      Que a ti te ha pasado lo mismo, que te has enamorado de mí.

Celia Johnson:      Parece tan tonto.., casi no te conozco

Trevor Howard:     ¿ Pero es cierto,  verdad?

Celia Johnson:    Sí, es así. Por favor, tenemos que ser sensatos, no debemos portarnos              así.            Tenemos que      olvidar lo que hemos dicho.

Trevor Howard:    Aún  no, todavía no.

Celia Johnson:    Debemos olvidarlo.

Trevor Howard:   Escucha, ya es demasiado tarde para hablar de sensatez, para olvidar lo que nos hemos confesado, y aunque quisiéramos    confesarlo nadie cambiaría, lo sabemos, lo sabemos desde hace  mucho tiempo.

Celia Johnson: Cómo puedes decir eso… te conozco hace cuatro semanas, nos hablamos  por primera vez el Jueves pasado.

Trevor Howard: El jueves pasado…,    ¿no te parece que fue hace mucho tiempo?, dime la verdad Laura…

Celia Johnson: Si.

Trevor Howard:   ¿Cuántas veces tomaste la resolución de no volver a verme?

Celia Johnson:    Varias veces al día

Trevor Howard. Yo también.
                            Te quiero.
                             Me encantan tus ojos sorprendidos, la forma en que sonríes , tu timidez…, el modo en que ríes mis bromas.

Celia Johnson: Por favor no!..

Trevor Howard: Te quiero, te quiero, y tú me quieres, es inútil pretender que no ha pasado nada porque sí ha pasado.

Celia Johnson: Si, ha pasado, no pretendo nada ni ante ti ni ante nadie, pero ahora tendrán que variar las cosas, me comporté mal    entiéndelo , eso lo estropea todo, por eso debemos darlo por terminado ahora mismo, no somos libres para querernos hay demasiados obstáculos.
Aún estamos a tiempo si sabemos controlarnos y comportarnos como personas sensatas.
Todavía estamos a tiempo de.. ..  (sollozos)

Trevor Howard: Ya no estamos a tiempo de nada.




Y finalmente, el video de la escena:










y un fantástico trailer de la película:


lunes, 13 de enero de 2014

Abrazados.




Después  de desgustar un sabroso arroz en una terraza al sol con vistas a los muros del monasterio  del escorial,  anduvimos rodeando el palacio que Felipe segundo erigió como capital de nuestro imperi.


El final de la explanada que rodea al monasterio desemboca en un apacible estanque con cisnes, este lugar es de los más especiales del complejo, se encuentra anexo a la gran mole del monasterio pero en un plano   inferior en al menos  8m , sólo es visible  una vez te asomas sobre esos  gruesos muretes a modo de peto. Cuando vas caminando ya dejando atrás el monasterio con la sensación de que se acaba, de repente tienes un agradable descubrimiento; este estanque ni pequeño ni grande, ni charca ni lago, un tamaño que complementa al monasterio pero no compite con el primero.


Eran las 5 de la tarde y el sol del oeste bañaba con sus haces de luz casi perpendiculares al plano de fachada continuo del palacio que puede verse desde esta apacible alberca. A esta hora se reproduce la imagen de la fachada del palacio sobre el agua vibrante de la alberca…, una vibración provocada por el navegar dulce y sereno de los cisnes. Ese vibrar del agua te ofrecía una nueva imagen en movimiento ,del palacio,  con pinceladas sueltas, como en los cuadros de cezanne…. 






Dentro del profundo horizonte que podíamos contemplar,  aparecía enmarcado  al final, a la izquierda del palacio, la ciudad de Madrid, perfectamente reconocible y aprehensible en su escala desde este mirador-lago.


De alguna manera, sentía que la chica que me acompañaba se sentía agusto bajo tal armonía de espacio, luz y silencio, con la única pequeña nota dinámica de los cisnes, su ténue discurrir, y la presencia de algún personaje anónimo que hacia fotos a la maravillosa vista de la que nosotros estábamos disfrutando.


Yo me subí sobre el grueso peto de granito que daba al muro de 8 metros que limitaba el laguito.. y finalmente me quede sentado sobre él. Ella, por su parte, fue acercándose a mí, hasta que apoyara su cuerpo tímidamente sobre parte del mío, sucintamente, de forma gradual, hasta que espontáneamente me nació abrazarla y rodearla por la espalda.


Fue un gesto que uno hace sin pensar, pero no espera demasiado de él, es decir, se trataba más de un guiño hacia la otra persona, un gesto de duración limitada…., lo suficiente para coger más confianza.


Pero el primer minuto pasó…, y esa posición se afianzaba con el paso de los segundos…, hasta que empecé a darme cuenta de que aquella postura se perpetuaba ignorando el paso del tiempo.  Una sensación de placidez y tranquilidad espiritual al estar abrazándola de esta manera, imbuido del sentimiento de paz mutua que nos abrigaba a ambos; la abracé más fuertemente,  afianzándome en nuestra unión per se. 

Avanzaban los minutos hasta 10 incluso, o más, porque aquel estado era  algo  monolítico , como las piedras que nos rodeaban. La contemplación del paisaje en el más absoluto silencio se complementó con pequeños besos en su mejilla. Es que no hacía falta decir nada, no había que hablar , sólo dejar que el tiempo uniera más y más ese abrazo, sintiendo cómo la comunicación minuto a minuto instauraba esa calma entre los dos.
 

Emocionado por la sorpresa de tal unión, me viene a la mente pensar en lo bonito de este tipo de abrazos, en los que el hombre rodea a la mujer y ambos miran en la misma dirección hacia el exterior, es un tipo de abrazo de unión frente a lo de fuera, lo contrario a un abrazo cara contra cara, en la que tiene lugar la unión endogámica, ignorando lo que rodea a ambos individuos. Ese abrazo contemplando el paisaje, es una forma de proyecto en común, las dos personas con respecto al mundo, contemplándolo desde una posición única.




Fachada Oeste del Monasterio de Escorial.