le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

martes, 19 de agosto de 2014

Camino arriba. Almoraima.







Esta tarde, mientras subíamos con nuestros coches camino al Castillo de Castellar, apareció en la margen derecha de una curva cualquiera un cartel  que indicaba el camino hacia el monasterio de la Almoraima, cuya construcción data  del siglo XII. Algo debe tener este lugar, que constituye un gran latifundio, y en él, Paco de Lucia  compuso uno de sus mejores albumes, titulado precísamente Almoraima.

Seguía con mi conducción a través del sinuoso trazado y me ha dado por pensar en  ese contraste que me suscitaba el avance del coche, dejando atrás el monasterio; yo en movimiento en ese ínfimo lapso de tiempo presente,  dejando atrás la huella indeleble de la historia;  de una historia de cientos de años. Yo estoy aquí y ahora , estoy vivo y sin embargo mi relevancia es nimia respecto al peso histórico del monasterio. Pasaré por este mundo  y cuando desaparezca,  el monasterio seguirá viendo las mañanas con sus noches, al igual que lo ha estado haciendo mucho tiempo atrás, antes de que yo siquiera existiera.  Si uno piensa en estos términos se da cuenta de que realmente mi paso por aquellas curvas cercanas al monasterio - sintiéndome dueño de mi tiempo - ,  es un momento despreciable, intrascendente dentro del entorno milenario en el que me hallo. 

Resulta irónico que el vivo juegue con la fuerza que le da su existencia, la capacidad para utilizar su presente y hacerse notar dentro del gigantesco escenario de historia acontecida que nos circunda. Soy como un jinete insolente, un jovenzuelo inconsciente de su fugacidad  y de su irrelevancia dentro del entorno que le rodea. Juego con mi minuto de gloria pensando que soy la plenitud, simplemente porque tengo algo mágico; y eso es el tiempo, soy dueño de él en este momento.  La naturaleza te da las llaves del paraíso para un día,  pero duras tan poco… que tu prepotencia se vuelve flor de un día dentro de la inmensidad del pasado ensordecedor que grita en el silencio del poso de los años , presente bajo las huellas de cada paso que tu devenir traza.

Me pregunto qué es más importante jerárquicamente en términos de necesariedad para el objetivo final (si es que lo hubiere),  de la vida en la naturaleza: el presente, el pasado, o el futuro. El presente realmente es tan dinámico que es pasado y futuro casi al mismo tiempo. Existe el presente,  - a cada segundo  - ,  pero sólo parece existir como vehículo circunstancialmente necesario para el avance. ¿Realmente el presente es sólo un soporte necesario para el devenir?, ¿o el sentido final del tiempo reside en el ahora?.

El devenir es la evolución misma, ¿es la evolución el objetivo en sí mismo?,  ¿y el presente cambiante a través del tiempo su soporte?. El pasado simplemente parece ser un residuo acumulativo necesario. Aunque el pasado puede ser visto como el patrimonio de la naturaleza en una visión más romántica, también.

Siento miedo al captar mi fugacidad dentro de este mar de historia, pero al mismo tiempo siento la grandeza de formar parte indiscutible, por pequeño que sea, de esta aventura inexplicable; quiera o no formo parte de ella.   Vendrá la oscuridad , mas disfruto del placer de la consciencia de estar subido en el carrusel del tiempo, testigo, por un instante, de este milagro natural que es la vida. Y por eso siento una sensación de cierta plenitud y estremecimiento al ir surcando estas curvas que derraman historia y naturaleza a ambos márgenes de este sendero,  haciéndome divagar,  y ayudándome a sentirme vívidamente vivo... 


Celebremos la virtud evocadora e inspiradora de este precioso parque natural que es Almoraima a través de Paco de lucía: