le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

domingo, 5 de marzo de 2017

La imposibilidad de su recuerdo.




Sólo sé que la quiero ver  de nuevo. Estudiar su rostro en cada cita.

_ ¿Por qué?. ¿No eres capaz de retener su imagen en tu retina y recrearte en el naufragar del pensamiento en sus bellas facciones?.


No, no puedo;  cuanto mayor es mi fascinación por sus facciones,  mayor es mi impotencia para recordarla después  y,  como los niños que corren ansiosamente hacia sus padres al salir del colegio con renovada ilusión día tras día,  ha nacido en una parte muy interna de mi corazón,   - una cavidad que  nunca la sensibilidad de otra mujer pudo alcanzar a tocar- , la imperiosa necesidad de verla de nuevo con la urgencia de indagar en su singularidad,  y esculpir su rostro con mi mirada a cada segundo en que nuestros cuerpos se encuentren cerca.

Creo que el ser amado está siempre en movimiento a nuestros ojos, y no tenemos de él más que malas fotografías; en verdad, de ella, sólo puedo hacer perdurar en mi recuerdo algunos momentos puntuales en los que me cede algún gesto divino;  al acariciarse su larga melena rubia,  o ese momento en el que resume un dulce sentimiento de complicidad, al provocar atractivos pliegues en la comisura de sus labios.

_ Querido Horacio, quizás su belleza sea tan superlativa que colme todos tus sentidos, haciéndote incapaz de aprehenderla.


Su  belleza puede colmar mis sentidos hasta dejarme exánime y derrotado; mas no creo que ello constituya la esencia de mi incapacidad para dibujar el rostro en su ausencia; quizás, más bien,  en ella resida la cualidad de proyectar su extraordinaria personalidad en cada movimiento,  en cada matiz de su gestualidad.
Ha proyectado su inabarcable interior sobre el delicado habitáculo donde yo deposito celosamente mi vulnerabilidad,  por lo que,  mi querido amigo,  quizás en ello resida mi incapacidad,  porque la belleza se agota, pero el interior es demasiado extenso. 

Una vez escuche a alguien decir: "La belleza atrae, el interior atrapa". En ella parecen residir ambas cualidades en delicada armonía, hasta fundirse.