Giacomo Leopardi. Italia, (1798-1837). Pensador, Filósofo, Filólogo , Ensayista, Poeta y en definitíva erudito del Romanticismo. Personaje que desde muy joven desarrollo una sensibilidad personal extraordinaria, una capacidad especial para ser sensible al entorno tanto natural como humano. Nació en el seno de una familia noble provinciana en la región central de Italia. Todo lo que la naturaleza le dió en relación a su mente privilegiada, se lo negó en relación a su cuerpo, toda su vida sufrió diversas dolencias físicas que le hicieron sufrir, a parte de no disponer de un físico agraciado.
En muchas reseñas sobre Giacomo Leopardi se resume su aportación en clave de pensador pesimista y escéptico, bajo mi punto de vista, si bien es cierto que quizá su difícil aventura vital y sus dolencias físicas le instalaron en planos de reflexión como la muerte y el dolor humano entre otros, la esencia de su pensamiento y por tanto de su personalidad muestran un amor por la naturaleza y por el ser humano extraordinarias, un soñador, un amante de la vida, una curiosodad sin límites por el hombre y todas sus manifestaciones de comportamiento.
Sus poesías hablan sobre su dimensión romántica, pero es el Zibaldone la obra escrita desde la que podemos entender su personalidad. El zibaldone es un diario de pensamientos que escribió a lo largo de 15 años de su vida, cuatro mil páginas llenas de honda meditacion sentimental entorno al diálogo que siempre mantuvo consigo mismo y en relación a la naturaleza del comportamiento humano, los placeres, el amor, la razón, la naturaleza.Tenía un talento especial para saber entrever en los laberintos de las interpretaciones de la acción humana y la psicología del comportamiento, todo ello a menudo puesto en relación a la naturalezxa y su esencia, es decir, en su análisis del hombre nunca pierde de vista la influencia de la naturaleza.
"El hombre interpreta a la naturaleza y la naturaleza explica el comportamiento del hombre"
Giacomo Leopardi fue un gran humanista, si tuviera que entresacar la cualidad personal que le definía elegiría su capacidad para "conmoverse", esto es algo que inunda todo su pensamiento y detonador de la mayoría de sus reflexiones, es precisamente esa capacidad para sentir el entorno, sentir la esencia de la naturaleza y la esencia del hombre la que hacen de este pequeño(bajito) gran pensador un ser humano admirable por su amor a lo que le rodeaba. He seleccionado una pequeña reflexión que hizo a la edad de 22 años y que quedó reflejada en su diario de pensamientos. En esta reflexión, que por otra parte resulta muy orifginal, queda patente su amor y admiración por el ser humano y su sensibilidad hacia los demás:
-Zibaldone,
11 de Febrero de 1.821-
Yo, de niño, tenía esta costumbre. Al ver marchar a una persona, por mucho que me fuera
del todo indiferente, consideraba si era posible o probable que yo volviera
verla otra vez. Si juzgaba que no,daba vuektas a su alrededor mirándola,
escuchándola y cosas similares, y la seguía o con los ojos o con el oído todo
lo que podías, dirigiéndome siempre hacia mí mismo y adentrándome en el alma y
desarrollándome en la mente este pensamiento:
“He
aquí la última vez, no lo vere nunca más, o quizás nunca más”
Y así la muerte de alguien que yo conociera y no me
hubiera interesado jamás en vida, me daba un acierta pena, no tanto por él o
por el que me interesara entonces, después de la muerte, sino es por esta consideración que yo
rumiaba:
“Se ha
ido para siempre -¿para siempre?- si: todo ha acabado respecto a él; no le veré
nunca más; y nada suyo tendrá ya nada en común con mi vida”.
Y me ponía a revisar, si podía, la última vez que le
había visto o escuchado, etc; y me dolía por no haber sabido entonces que sería
la última vez y por no haberme comportado según ese pensamiento.