¿Qué culpa tengo yo de que el destino les haya unido?,
sobre una tengo una admiración cuasi-idealizada, sobre la otra un enamoramiento
fruto del trato circunstancial.
Recuerdo aquél cumpleaños de su hermana al que fui
invitado, tengo en mi mente guardadito aquél momento en el que la miré mientras ella hablaba
con sus amigas. Fue como una revelación; es darse cuenta de que tienes ante tí una
mujer de verdad, una mujer que reúne esas cualidades femeninas y profundas para
forjar una admiración, sin duda. Todo es
muy sencillo en realidad, se trata de una imagen que resume una idea: ella podría ser. Ella me transmite eso que te hace
sentir que es la mujer especial, aquella que te hace decir; sí, es ella, no
sabes a ciencia cierta porqué, pero lo es.
Tremenda certeza, un sensación placenteramente
tranquilizadora recorre mi piel, sí, digo piel porque mientras me acuerdo de aquella imagen puedo
notar como mi bello se eriza en el naufragar de ese pensamiento.
Qué bonito es
sentir que una persona , una mujer , es.
No hace falta exámenes de conversaciones infinitas para adentrarse en su
interior, su esencia te ha sido revelada en una sola imagen.
Es curioso, porque parece que esa imagen divina sólo
la ves tú…., y eso debe ser algo parecido al amor porque efectivamente ves más
allá, es como si hubieras sido tú el elegido que deba saber apreciar la valía
intrínseca de esa mujer.
Unos meses después volvimos a coincidir, algunas miradas fueron suficientes para al
menos ser consciente de que había un nivel de comunicación especial entre ambos,
aunque ella no lo quiera ver y no quiera reconocerlo, sé que así es, pero hasta
ahora se ha dejado llevar por la responsabilidad de lo heredado, algo que en
realidad es pasado y no debería interponerse.
Y así navego en su recuerdo…, una imagen de su
mirada, su sentido común…
Esperando que entre en una razón superior para desprenderse de los prejuicios que la envuelven y se deje seducir.
Esperando que entre en una razón superior para desprenderse de los prejuicios que la envuelven y se deje seducir.
Y la rubia?, bueno la rubia es una mujer que está
por hacer…., es especial también, aunque ella ni siquiera lo sabe. Tampoco da
ningún tipo de valor a mi admiración por ella porque probablemente piensa que
la vida le depara cosas muy grandilocuentes, quizá fruto de una cierta
inmadurez justificable. Es de esas mujeres que aún no ha sabido ver dónde está
ese hombre que de verdad la tiene como algo especial. En cada foto que veo de
ella mi imaginación me transmite un horizonte sin límites, aquél fruto de la
convicción de lo que podría llegar a ser y probablemente no será jamás…, pero
no importa, porque la primera, la morena…., ahí está…, con su peso específico,
una presencia arrolladoramente familiar, una mujer de esas que son de una
pieza, y…, seguramente tampoco lo sabe.