le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

viernes, 5 de abril de 2013

Navegando entre dos mares.


¿Qué culpa tengo yo de que el destino les haya unido?, sobre una tengo una admiración cuasi-idealizada, sobre la otra un enamoramiento fruto del trato circunstancial.

Recuerdo aquél cumpleaños de su hermana al que fui invitado, tengo en mi mente guardadito aquél momento en el que la miré mientras ella hablaba con sus amigas. Fue como una revelación; es darse cuenta de que tienes ante tí una mujer de verdad, una mujer que reúne esas cualidades femeninas y profundas para forjar una admiración, sin duda.  Todo es muy sencillo en realidad, se trata de una imagen que resume una idea: ella  podría ser. Ella me transmite eso que te hace sentir que es la mujer especial, aquella que te hace decir; sí, es ella, no sabes a ciencia cierta porqué, pero lo es. 

Tremenda certeza, un sensación placenteramente tranquilizadora recorre mi piel, sí, digo piel porque mientras me acuerdo de aquella imagen puedo notar como mi bello se eriza en el naufragar de ese pensamiento.
Qué bonito es sentir que una persona , una mujer ,  es. No hace falta exámenes de conversaciones infinitas para adentrarse en su interior, su esencia te ha sido revelada en una sola imagen.

Es curioso, porque parece que esa imagen divina sólo la ves tú…., y eso debe ser algo parecido al amor porque efectivamente ves más allá, es como si hubieras sido tú el elegido que deba saber apreciar la valía intrínseca de esa mujer.

Unos meses después volvimos a coincidir,  algunas miradas fueron suficientes para al menos ser consciente de que había un nivel de comunicación especial entre ambos, aunque ella no lo quiera ver y no quiera reconocerlo, sé que así es, pero hasta ahora se ha dejado llevar por la responsabilidad de lo heredado, algo que en realidad es pasado y no debería interponerse.

Y así navego en su recuerdo…, una imagen de su mirada, su sentido común…
Esperando que entre en una razón superior para desprenderse de los prejuicios que la envuelven y se deje seducir.
Y la rubia?, bueno la rubia es una mujer que está por hacer…., es especial también, aunque ella ni siquiera lo sabe. Tampoco da ningún tipo de valor a mi admiración por ella porque probablemente piensa que la vida le depara cosas muy grandilocuentes, quizá fruto de una cierta inmadurez justificable. Es de esas mujeres que aún no ha sabido ver dónde está ese hombre que de verdad la tiene como algo especial. En cada foto que veo de ella mi imaginación me transmite un horizonte sin límites, aquél fruto de la convicción de lo que podría llegar a ser y probablemente no será jamás…, pero no importa, porque la primera, la morena…., ahí está…, con su peso específico, una presencia arrolladoramente familiar, una mujer de esas que son de una pieza, y…, seguramente tampoco lo sabe.

 Termino este alegato a mis admiradas féminas con  una queja masculina: ¿Por qué las mujeres de hoy en día no nos dáis la oportunidad, como antaño, de poder seduciros?, ¿por qué no nos dejáis hablaros mirandos a los ojos?,¿ por qué no escucháis aquello que podemos ofreceros más allá de las imágenes preconcebidas y superficiales que tenéis sobre nosotros: los hombres?, dejaos conquistar, y los hombres os sorprenderemos.