le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Orgulloso de contemplar el alba.





La acompañé hasta la entrada  en su portal,  y como si la familiaridad que le otorgaba estar ya en lo que consideraba su  terreno le confiriera la seguridad que le había faltado; en vez de entrar, se sentó en una jardinera y mirándome con actitud entre desafiante y cercana me sorprendió con una orden:





“Camina  hacia tu coche y así te podré ver andar”




En toda mi vida me habían dado una orden de esa clase, le pedí que me confirmara si la orden era tal y como la había expresado, a lo que ella asintió sonriente y convencida.

Inicié mi andadura por el asfalto camino hacia  mi coche,  conocedor de que tenía una cámara grabándome…


Unos metros después ,  ya al llegar al coche,  me di la vuelta y ella ya no estaba, se había esfumado , entré en mi coche y en vez de arrancar e irme aproveché para chatear con un amigo, y , mientras ensimismado en mi que hacer escribiente perdía la noción del tiempo, súbitamente, ella apareció  en mi ventana  y con una cálida sonrisa me dijo:




“He vuelto para despedirme otra vez”




Me sorprendió tanto su vuelta, ese detalle, que entre lo ensimismado que estaba con el chat y la sorpresa de su reaparición,  me quede paralizado…,   




“Alvaro, encima de que vengo a verte de nuevo ¿te quedas ahí parado?”




La volví a mirar, y por fin reaccioné,  saliendo encantado y con muchas ganas de abrazarla de nuevo para despedirme.





En menos de 5 minutos, me sucedieron dos cosas que nunca me habían pasado en mi vida, para que luego digan que lo tenemos todo visto ya…, pues no;  porque hay  personas que van más allá  como resultado aplicar una inocente naturalidad…


Esta ha sido de esas veces que uno piensa que no es tiempo perdido el sentir que vuelves a casa cuando la luz del alba te hace oir cantar a  los mirlos, pensando en que has ido caprichosamente en contra de los tempos de la naturaleza…;  no, esta vez, podía  escuchar su canto por las calles y disfrutar del alba madrileño a sabiendas de que el tiempo  precedente al nacimiento diario de la luz fue tiempo aprovechado.