Tras tu sombra aguardo, en una dulce espera, a distinguir la señal que de comienzo a nuestra andadura. Tu presencia, me regala un placer estético que en sosegada paz disfruto, pues sé, que detrás de esos bonitos pliegues de tersa piel y cabellos lustrosos, existe mujer con altura de miras, de hondas convicciones, y virtuosismo para con sus semejantes.
Incluso tus imperfecciones se me hacen graciosas y tiernas, como parte de un encanto ingenuo y natural que, en combinación con ese equilibrio personal que tu presencia corpórea me transmite, terminas por arrollarme, y disfruto de tu poder para doblegar mi voluntad de polémica, al tener que rendirme ante esa mirada tuya que me cautiva y al tiempo me hace recobrar bondad, haciéndome sentir más humano.
Incluso tus imperfecciones se me hacen graciosas y tiernas, como parte de un encanto ingenuo y natural que, en combinación con ese equilibrio personal que tu presencia corpórea me transmite, terminas por arrollarme, y disfruto de tu poder para doblegar mi voluntad de polémica, al tener que rendirme ante esa mirada tuya que me cautiva y al tiempo me hace recobrar bondad, haciéndome sentir más humano.