Ya al poco de conocerla, le dijo te quiero varias de veces con el pensamiento mientras la contemplaba de cerca en determinadas situaciones. Un día, no pudo reprimirse más y se lo susurró al oído lacónicamente con la esperanza de que no lo entendiera. Ella no dijo nada. Quizás el nunca sepa si lo llegó a escuchar , y menos aún, si le comprendió.