le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

lunes, 9 de diciembre de 2013

El año pasado en Marienbad, Alain Resnais, 1961.



Poco sé del cine de Alain Resnais, pero escenas como ésta, me hacen experimentar sensaciones muy sugestivas:



Desde luego, esto es saber crear  una atmósfera, única y singular; lo ha logrado con creces...

Para empezar, ese plano general con la perspectiva que da el camino desde el parque con un espectacular palacete francés al fondo perfectamente enmarcado. Una imagen estática sobre la que va apareciendo la figura de una elegantísima mujer ataviada en un vestido con vuelos de seda que se contonean al arbítrio del viento en contraste con la quietud y la monumentalidad estática del telón de fondo; el palacio.

Una atrayente y personal voz en off masculina empieza a describir alguna situación que no pertenece a ese momento,  algo que tiene que ver con el personaje que camina, suponemos.
La dama  camina bajo una  especie de estadio pseudoposeido, a camino entre la interpretación teatralizada , la danza , y la vida real,o a caballo entre el autómata y el que busca algo desesperadamente, pero siempre con contención, mesura, elegancia, deslixandose ante la cámara.

Camina hacia la izquierda..., desaparece entre los setos, vuelve. Ahora ella se para, y después de una pequeña pausa valorativa, reanuda su búsqueda, es entonces cuando ese encuadre absolutamente estático empieza a retroceder al ritmo del avance de la dama, ni más rapido, ni más despacio, manteniendo así una imparcialidad en términos de planificación.  Camina hacia la derecha..., vuelve otra vez; una búsqueda sin rumbo.

La voz en off sigue presente, de repente se  produce un cambio de plano y vemos un plano general que es el contraplano al primero, es decir, esta vez desde el palacio con vista al parque. 

Ahora ya vemos la escena que la voz en off estaba verbalizando  en el plano anterior, había una elípsis temporal en la descripción verbal, y aparece en escena el personaje  que estaba narrando la escena a la derecha del encuadre, fuera de la conversación del grupo, como el mismo apunta. Ella va vestida de negro y se sitúa de espaldas a la cámara. Acto seguido, ambos protagonistas empiezan un diálogo que los demás asistentes no pueden entender, y se produce el colapso: como figuras de cera, estatuas de sal, observan impertérritos a la chica, excepto uno de ellos , que mira fíjamente al que interpela en la conversación, el hombre de la voz en off...

Apenas dos minutos de CINE, lleno de experiencias sensoriales y revestido de una elegancia que lo inunda todo; y esto, se hacía en el año 61...

Observen, y empápense de este constante climax: