A menudo, cuando una persona se
comporta de forma inesperada o extraña, decimos que ha tenido un comportamiento
fuera de toda lógica. Cualquier reacción, hasta la más insospechada, siempre tiene su mecanismo de lógica interna, otra cosa es
que no la conozcamos, o no atienda al denominado
sentido común. Una reacción aparentemente inexplicable, siempre tiene un origen
cierto y su concatenación de sucesos lógicos que llevan al acto final. El
sentido común, por su parte, engloba aquellas decisiones que implican lógicas de comportamiento
conocidas.