le feu follet

le feu follet
"Hay momentos de la existencia en que el tiempo
y la extensión son más profundos y el sentimiento
de la existencia parece inmensamente aumentado".


Charles Baudelaire.

domingo, 30 de marzo de 2014

La mirada del director.






El cineasta debería expresarse a través de la percepción involuntaria. La percepción es lo único que es irrevocable,  pertenece a esa parcela íntima de la identidad del individuo forjada a  través de la aprehensión intuitiva del entorno,  y su reflejo en nuestro interior. 

En palabras de Emerson: “debemos aprender a distinguir claramente entre los actos voluntarios del espíritu y sus percepciones involuntarias; y se sabe que a éstas últimas hay que prestarles una fe inquebrantables”. El acto perceptivo involuntario no debemos tacharlo de  caprichoso, simplemente es; nos pertenece, por el contrario, el aprendizaje es préstamo y asimilación.  Podré admitir que contradigan una idea, - un argumento generado a raíz del aprendizaje y por su interacción con mi subjetividad - , pero nunca podré admitir que una percepción involuntaria personal  sea discutida.



Si yo,  siento intuitivamente que un determinado gesto en una mujer me perturba, o aquel estilo al andar produce en mí tal o cual estado emotivo; podrán criticar  la forma en que los expreso, pero no  contradecirme.


Así pues,  son estas ensoñaciones casuales - incluso las emociones  internas más tenues -, las que han de solicitar mi interés y mi curiosidad. El aprendizaje  , las ideas  y la costumbres, son elementos que irrumpen en el desarrollo de la intuición y la tornan difícil de identificar y extraer. Si uno quiere hacer cine, creo que no puede haber mayor honestidad artística que la de exponer aquello que le inquieta e inspira; todo aquello que pertenece al mundo interior del acto perceptivo, de la intuición, y que  genera la inquietud, después aparece la inspiración,  posteriormente la necesidad expresiva - incluso ansiosa - , para terminar en el acto comunicativo.


De esta forma, apartando en la medida de lo posible del discurso las teorías aprendidas y las ideas prestadas   por la sociedad;  irremediablemente , el producto final será de carácter auténtico y honesto. La  percepción súbita pertenece a lo más interno de tu ser, y eso sí que merecerá la pena comunicarlo , puesto que no se engloba dentro del acervo común  del legado ideológico y  de las disciplinas aprendidas.  Por contra, apartarse de esta mirada personal,  puede devenir en adoctrinamiento; sólo si el cineasta se expresa  a través de su sensibilidad espontánea,  y no desde el prejuicio adquirido, podrá transmitir algo únicamente tuyo.


Seguramente,  la "famosa mirada" del director,  tenga que ver con esta sensibilidad para expresar la intuición interna, que   le permite transmitir un mensaje singular y propio, al margen de la convención social y cultural.